LA COLUMNA VERTEBRAL
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La columna vertebral es una de las estructuras más importantes en el cuerpo humano. Soporta una gran mayoría del peso del cuerpo, proporciona puntos de unión para los músculos y ligamentos, y protege la médula espinal, que transporta información del cerebro al resto del cuerpo.
La columna vertebral está formada por 33
vértebras y se divide en 5 regiones distintas:
La columna cervical es la región del
cuello. Se compone de 7 vértebras (C1-C7) y permite el más rango de movimiento.
La columna dorsal es la región media
de la espalda, y está compuesta por 12 vértebras (T1-T12) que son más grandes
que las vértebras cervicales, pero más pequeñas que las vertebras lumbares, que
se compone de 5 vértebras (L1-L5), y que es la zona que transporta la mayor
parte del peso del cuerpo y permite movimiento, sobre todo de flexión y
rotación.
Por último se completa con la zona del sacro, que consta de 5 vértebras fusionadas (S1-S5) y conecta con la pelvis y el coxis que son 4 huesos fusionados.
En una vértebra podemos diferenciar 2
partes bien diferentes, la anterior o cuerpo vertebral y la posterior con un
arco que protege el canal medular
Por último, entre las vértebras existe un amortiguador, llamado disco intervertebral, compuesto por un núcleo pulposo y un anillo que lo rodea.
La columna vertebral puede causar
diferentes trastornos, que provocan incapacitad y dolor, que van desde
anomalías congénitas hasta traumatismos, si bien la lesión más habitual son
alteraciones mecánicas como hernias de disco, lumbalgia, estenosis de canal y
espondilolistesis.
Cuando uno o más de los discos intervertebrales se dañan con el tiempo debido a una lesión, trauma o envejecimiento natural de la columna vertebral, parte del núcleo pulposo del disco se hernia en el espacio entre las vértebras por lo que ejerce una presión directa sobre el nervio. Para algunas personas, no hay síntomas asociados con esta condición, pero otros sienten dolor, entumecimiento, o una sensación de hormigueo en el cuello y / o extremidades, también llamado radiculopatía.
En la mayoría de los casos, el paciente va a mejorar, en un plazo de seis semanas aproximadamente y mientras se espera a ver si los síntomas se reducen por sí solos, varios tratamientos no quirúrgicos como la fisioterapia, terapia con calor o hielo, inyecciones epidurales, etc , pueden ayudar a aliviar el dolor y facilitar la curación a largo plazo.
Por el contrario, si el dolor y otros
síntomas continúan después de seis semanas, y si el dolor es intenso, es razonable
considerar una cirugía de discectomía y si esto ocurriera varias veces, es
posible que deba considerarse una cirugía de artrodesis. lumbar.
En ese caso, el cirujano operará la
columna vertebral para quitar el disco enfermo (discectomía) y lo reemplazará
con un implante llamado "caja" para restaurar la altura del disco y
permitir que el hueso crezca entre sus vértebras. Esto se llama fusión o
artrodesis y dependiendo de la vía de abordaje seleccionada, su cirujano
también puede insertar tornillos y/o barras para estabilizar las vértebras.
El procedimiento quirúrgico depende del estado de su columna vertebral, y su cirujano elegirá la mejor solución según su anatomía y patología.
Antes de someterse a su cirugía de columna
su médico le hará un examen físico completo para evaluar su condición y para
asegurar que no existen factores que puedan complicar su operación.
No olvide, indicar si cree que es
alérgico a los metales o a cualquier medicación ya que en ese caso, es posible,
que necesite realizarse pruebas adicionales antes de la cirugía, así como una
lista completa de sus medicamentos habituales, incluyendo las dosis y los
horarios, y es recomendable que cuide su alimentación y tenga hábitos
saludables para llegar en las mejores condiciones posibles a la operación.
Una vez planificada la operación, lo
habitual es ingresar el día de antes o el mismo día de la cirugía, y es
recomendable que prepare una bolsa con sus objetos de aseo y ropa cómoda.
Recuerde que va a someterse a una intervención quirúrgica por lo deje en casa
las pulseras, relojes, dinero, anillos,
etc.
La noche anterior a la cirugía, es probable que el personal de enfermería le recomienden no beber ni comer antes de la intervención, así como tomar si procede, alguna medicación, como asearse, etc.
Para la cirugía, dependiendo del tipo de cirugía, el paciente estará cómodamente posicionado en posición prona o supina sobre la mesa de operaciones. Se realizará una incisión en la piel para exponer las estructuras óseas que necesitan ser tratadas.
Los implantes de la columna vertebral necesarios se colocarán dentro de las vértebras, seleccionando los tamaños apropiados de los implantes para restaurar y corregir la anatomía del paciente.
Una vez terminada la cirugía, se despertará después de su procedimiento en la sala de recuperación postoperatoria. Esta es la zona del hospital donde se controla su estado y se observan sus signos vitales. Generalmente, un paciente sólo permanecerá en la sala de recuperación postoperatoria durante unas horas. A partir de ahí, de acuerdo a sus condiciones, usted será transferido a su habitación del hospital.
Ya operado, desde el primer día
después de la cirugía, el personal especializado cuidará de su recuperación y definirá el programa de rehabilitación más adecuado
para usted, así como le proveerá de la medicación adecuada para calmar el dolor después de la intervención
quirúrgica a la que se ha sometido.
La rehabilitación puede iniciarse el
mismo día de la operación, pero siempre sujeta a la aprobación de su médico y según su nivel de confort.
El alta hospitalaria dependerá de la extensión
de su operación y de cómo está progresando su recuperación.
Su médico discutirá con usted
cualquier medicamento para el dolor para llevar a casa, así como un programa de
actividades prescrito.
Es importante que en su domicilio siga
las recomendaciones de su médico,que le dará instrucciones sobre el cuidado de
la herida, los ejercicios y las limitaciones de la actividad. Es recomendable
retirar aquellos muebles o enseres que puedan provocar una caída, así como la colaboración de algún familiar en el
postoperatorio.
Por último, No olvide contactar con su médico para cualquier aclaración o duda, someterse a chequeos periódicos y llevar una vida saludable para minimizar cualquier complicación potencial que pudiera afectar su recuperación y la vida de su implante.